Naciente primavera

Ayer, dabas vuelta la vida en un segundo 

Ayer, abrazabas las entrañas de tu madre...

En otros tiempos, caminaste por tierras inhóspitos (cosas que solo tú y yo entendemos). 

Hoy, ríes, juegas, brincas! La luz de tus ojos se enciende, cuando hablas de sueños. 

Niño de ilusiones bellas, intactas, de vida y esperanzas. 

Tu alma trae sabiduría de otros mundos... 

Tus ojos me persiguen, son la luz de mi vida... 

Me acompañas, me cuidas, como tu tesoro sagrado. 

¿Te habré dicho las veces suficientes, cuánto te amo!? 

Mi gigante pequeño-mi pequeño gigante... Hemos crecido juntos en el camino de la vida... 

A veces alumno, A veces maestro... pero siempre, compañero. 

Eres semilla fértil 

Eres lluvia 

Eres cielo 

Eres aire 

Eres sol 

Eres fuego 

Y eres todo. 

Eres nuevos tiempos. Tu sangre te llama, te reconoce y te reclama... En tus ojos hay promesas libertarias... 

Tu sonrisa, es cándida hoguera fraterna 

Tus pensamientos, amores eternos 

Tu corazón es libre como las aves de la montaña 

Y apresuraste tu paso en una estrella, para llegar a mí. 

Llegaste a mi regazo como ráfaga de primaveras, y te quedas como eterno verano en mi vida. 

 ... Dios envía a sus ángeles en forma de hijos... Te amo.

Antu

Ha descendido desde las cumbres más alta de cordillera nevada 

Allá donde nacen las araucarias y el cóndor es el amo de los cielos 

De donde se enredan los copihues y brotan los ríos como dulces manantiales 

Donde el destello de la sangre aguerrida le sonríe ha Antu. 

Bisnieta del lonco e hija de los vientos 

Ha bajado al valle de los “hombres civilizados”...

Y ha encontrado en el camino, solo jauría hambrienta 

y sedienta por robarle la sangre a sus sueños.

Mujer que es tierra y anda, 

cantan las sombras vida nueva; 

y se iluminan los pueblos con la estrella de una raza bendita y libertaria. 

Ríos morenos son sus piernas que desafiaron las rocas araucanas. 

Ya su nombre es un puma originario. 

Sus pies trazaron los caminos. 

Sus ojos iniciaron las mañanas. 

Y su piel es el asombro de un sueño extraordinario.

Huellas...

Y las almas se encuentran en los surcos de la razón... 

De las razones del corazón. De las razones que da la vida, las ilusiones, de la razón de los sueños. Como en algún otro tiempo se encontró mi alma y la tuya... Hombre de sueños infinitos... de vida de otros tiempos... Hombre de sabias lunas y soles encendidos que han tatuado tu piel. Se me antojas de mirada transparente, de paz y hoguera en rebelión. 

¿Me creerías si te dijera que mi alma presentía este encuentro? 

¿Me seguirías creyendo si te digo que tu llegada ha alumbrado un espacio sombrío? 

Ese espacio fraguado en la hermandad de la lucha, en la razón y la memoria. 

Los años, el tiempo y las distancias son tan solo una ilusión en esta realidad material. El alma, los sueños, las ilusiones y el amor, no conocen de muerte, transcienden los tiempos como los hombres y mujeres que los enarbolan. El paso de dichos seres, no ha sido ni será en vano, jamás. Por que al pisar la tierra su huella es indeleble en los surcos de la conciencia de los que vienen. 

Encontrar ha alguien así, en estos tiempos, es como despertar después de una tormenta, y he ahí! El desierto florido frente a ti. 

Y la soledad arranca despavorida, porque el vibrar de los sueños no lo apaga la noche ni la muerte. 

(A un pedazo de estrella fugaz)

Oda a la locura.

Tú, que emborrachas mi existir… 

Tú, que eres el “mal” del mundo… 

Te haz vuelto la eterna risa, en la sonrisa abierta del corazón. 

A ti, que tanto te combaten… Por ser la compañera incansable del amor. 

No puedo hacer otra cosa que abrir mis brazos a tu venir... Con alegría, decirte: Bienvenida! 

Mi amor sin ti, era amor opaco… Amor enfermo… Llegas a mí… tan necesaria, como el rocío del amanecer sobre para los campos. 

Vertiente pura y cristalina de agua de cordillera… 

Bella, como luna llena en el manto de la noche. 

Vuelas a mí, en bandadas de palomas blancas. Prima de la Paz… Hija, hermana, novia, amiga, amante y compañera del amor y los valientes. 

¡Maldigo a Freud, si intentó matarte!! 

¿Qué sería del mundo sin tu presencia? ¡Matriarca de los sueños! 

… ¿No es irónico? Yo, precisamente yo… ¿Venir ha enamorarme como otra loca de ti? 

¿Qué te hace tan irresistible? ¿Será que siempre estuviste aquí, y nunca quise verte? 

Hoy, me descubro enamorada… Loca e irreversiblemente enamorada de ti, de la vida, del amor, de los sueños… De tu luz en medio de la noche. 

Alzo la mirada al cielo… Y doy gracias por tu existir. … 

Y aunque ande rondando tu antagónico, disfrazado de ti… Los locos de amor, sabemos reconocerte entre los impostores del camino. ¿¡Qué hubiera sido de Ernesto, Manuel, Miguel, Simón, Evita, Violeta, Víctor, Pablo, Gabriela y Salvador… Si no te hubieran conocido? ¿Y qué sería de nosotros…? El mundo se hundiría en sus abismos de tinieblas… para no ver la luz jamás. 

Tú, paloma de nuestros corazones… Nunca dejes de agitar tus alas en medio de la noche… En medio del silencio… En los surcos de la memoria y la conciencia, donde nacen los sueños. 

Que tu belleza, inunde de arco iris los prados de una eterna primavera, sin dueños… Una primavera universal y planetaria. 

Que tu Luz, alineé el amor, prenda la razón del corazón y encienda el cielo! Para preparar los días… limpiar el futuro, barrer la mentira, hacer la conciencia… 

Unir las culturas y vivir los sueños… trenzados en un solo amor.

Después del después... (Esta generación)

Y aquí estamos... 

La generación de después del después... Aquí estamos. 

Buscando... buscando... ¿Buscando qué? Lo que no se le ha perdido –quizás- 

o quizás, todo lo perdido. 

Buscándole sentido al sin sentido... Buscando maestros de sol en medio de la noche. 

En el vaivén de la materia y el materialismo, del consumo y el consumismo... del neoliberalismo.

Estamos aquí. Somos la generación que se niega a morir. Hijos de los que sobrevivieron... 

Si “los valores cambian como cambia el tiempo” (pretexto con el cual no coincido) 

¿Entonces, qué nos queda? 

Esta casta de la cual les hablo, también se niega ha aceptar ese pretexto. 

Nos negamos a dejar de amar al mundo, con todas sus venturas y desventuras. 

Nos negamos ha abandonar la vida... nos negamos ha obedecer lo que dicen. 

Hay una generación que lucha por ganar esta partida, que no se entrega. 

Hay una generación que cuidar-nos. 

Hay una generación que se debate entre el ayer y el hoy... 

Hay una generación con una estrella en la frente, un deber en los ojos, amplia sonrisa y manos solidarias. Esta generación de sobrevivientes, busca lo cierto rompiendo el silencio. ...Desobedeciendo lo que dicen...

Me lo han contado...

Me han dicho: 

Que en el vaivén de las olas se funde el existir...

Que descienden ángeles y demonios sobre el mar... y desde él emergen a la tierra. 

Y me pregunto: 

¿Será por eso tanta confusión, tanto “si no” en la vida? 

¿Será por eso que la luz camina de la mano con las sombras? 

¿Será por eso tanta falsedad? 

¿Será por eso tanta dictadura con trajes de paz y tanta paz con trajes de guerrillas? 

¿Será por eso que el amor y el odio tienen el mismo padre? 

Y lo cierto, pende del silencio?

 La traición aniquila a la confianza. 

-"Es dificil encontrar en la sobra claridad, cuando el sol que nos alumbra descolora la verdad"-

 

Solo pido tener la claridad suficiente para caminar entre la oscuridad sin quedarme noche... 

Conspiro con la luna y las estrellas, hasta llegar al alba... Para no naufragar en el silencio de una noche sin astros. 

 (Lo onírico tiene su morada en el inconciente del inconciente)

Algún día...

Debería comenzar por contarte: 

Que te busqué por siglos infinitos. Entre el cielo y la tierra, entre este plano y el otro... 

Cual Quijote a Dulcinea, dibujé tus ojos, tu sonrisa, tu porte, tu cariño, en cada impostor que cruzaba mi camino...

Que el tiempo es un bufón del destino, y se ríe, y se burla de los proyectos de entonces. 

Te he sabido desde siempre. He soñado tu regreso... Tu camino cansado, pero jamás renunciado. 

Tu mirar claro, de luna y miel... y ese brillo de la aurora... 

¿Lo sabrás? 

Bien. Si por distracción mía no te lo he dicho, es hora que te enteres: Aquí en mi corazón, hay un lugar que es solo tuyo, desde milenios atrás. 

Aun recuerdo tu partida... buscabas un destino claro... buscabas lo que les negaron. 

Tu guerra, la vistieron tus anhelos de justicia, paz, amor y fraternidad... De un futuro esquivo, que aún aguarda en los aleros del tiempo. 

¿Cuándo vendrás de vueltas, floreciendo primaveras? 

 He visto volver a tu hijo. Tiene tu luz en sus ojos, tiene tu fuerza en su mirada, tiene justicia en su razón, y el amor del cielo en su corazón. Tiene tantos soles en su alma, que aún no sabe de qué vertiente pura proviene su sabiduría. Solo se, que ya se encontrará. 

Y mientras tanto yo, te busco entre la gente... algunos, se te asemejan... pero al primer rayo de luz, sus formas se desvanecen. Como el aire puro de las montañas, desvanece el humo de las hogueras que alguna vez ardieron. 

Que si no llegas, mi alma que es la tuya, se congela. El invierno se eterniza... y el crepúsculo es infinito. El corazón seguirá siendo una ruleta rusa de amores, peregrino que rehuye, que se oculta, que se burla, que teme y no se entrega. 

Mientras no traspases el silencio, sigue negro el reencuentro. 

¿Cuándo vendrás de tu peregrinar en el mar de la existencia? 

Que si tú llegas, será siempre primavera. El amor será un eterno verano... La luna cobijará nuestros sueños, las estrellas besarán nuestra piel... una suave brisa abrazará mi vientre para volver a nacer... y el viento susurrará nuestros nombres como canto de corales.

En el umbral del tiempo.

Y en muchos días como este, se sentaba ha divagar... 

Mirando el horizonte... su piel quebradiza bajo tantos soles... 

Primaveras en rojo... veranos en mar azul Otoños desnudos e inviernos de chimeneas humeantes... Sus dos perros pastor alemán, jugueteaban por ahí... 

La primavera en arco iris, vino a quedarse! Y le a sumado color al verde. 

Alguien interrumpe su contemplación, con la pregunta reiterativa: 

¿Cuál fue su rol en el Octubre aquel? 

Su respuesta es también reiterativa... 

“Ninguno. La vida se mueve hacia delante, y a nadie espera... En este viaje solo somos guitarras en manos de cantores... Nosotros, guitarra y el Pueblo canta!” 

... Y ya puedo seguir camino feliz.

Poeta del Pueblo (anónimo).

Entre noches de luz... tintos y humos... Entre tocatas con amigos y compañeros, le encontré. 

Me llamo, Edmundo - me dijo- buen nombre para un poeta de su envergadura, me dije. 

Poeta del Pueblo. Poeta, poeta... como pocos. 

Su voz fuerte y clara, resonaba en el ambiente. Tras su figura barbada, anciana y sabia estampa... Guarda sentimientos, que decidió no ocultar. Los grita al viento! Sembrado conciencias, sembrado mañanas... 

Sembrador de futuros sin fin -me dije. Y me vi dibujada en su rebeldía... 

Su discurso -era el mío... Su dolor - era el mío... Sus sueños -eran los míos... Su esperanza, era la mía... 

¿Qué nos falta para ser la América latina soñada? nos preguntamos. Y llegamos a lo mismo... entre lo humano y lo divino, adivino un porvenir, "por-venir"... pero vendrá. 

Quizás, más tarde de lo que quisiéramos, "se abrirán las Grandes Alamedas"... Las grandes y pequeñas plazas... Nuestra Gran América latina. Por donde pase ese hombre libre, que construirá ese mañana mejor. Quizás más tarde... Pero, se abrirán. 

Mientras exista conciencia de clase y se intuya un mañana, la batalla no estará perdida. 

Entre canciones y poemas, le encontré.... Entre rebeldías y sueños, le encontré. 

Es increíble como el arte en manos y conciencia humana suelen convertirse en el bálsamo que humecta nuestra alma en el –a veces- árido desierto que es la vida. 

* A un viejo y buen poeta casi “anónimo” que conocí en un bar llamado Zurdistan / En la florida, Santiago de Chile.

Miedo de sí mismo.

¿A qué le temes? Solo se teme lo que no se conoce... y si se conoce, no se controla. ¿Rescatar el "control"? 

Un hombre se sentó frente a mí... 

Un hombre de cabellos rubios y amplia frente... Su nariz, se me antojaba demasiado puntiaguda -¿un "pinocho", quizás?- Sus ojos, sus ojos al igual que su amplia frente y algo de su cabeza estaban pintados con una espesa pintura azul intenso... en sus ojos simulaba un "Antifaz". Pregunté: ¿Por qué no te sacas la pintura de los ojos? Guardó silencio... inclinó la mirada hacia el suelo, no respondió. Le hablaba... y parecía no estar ahí... Lo miraba, no detenía sus ojos en mi... no sostenía su mirada de frente, se escondía, me rehuía. Este hombre de oculto mirar y aguda nariz... ocultaba algo.... ¿Qué ocultaba? Quizás se ocultaba de sí mismo... ¿quizás tenía miedo? De seguro... ese hombre respiraba el miedo. ¿Pero miedo a qué? Y le dije: ¿A qué le temes? Su respuesta fue: A mi mismo. 
El ángel que susurra a mi oído, me dijo: "Su puntiaguda nariz, es señal de un hombre que miente mucho, engaña, adula falsamente". Y mi pregunta inmediata fue: ¿Qué es la mentira, en qué miente? Me respondió: "En su mundo, la mentira es un método de sobre vivencia”... ¿Qué hacer para que no la utilice más? Su respuesta fue categórica: “O se cambia de mundo o cambia su método. La pintura y el antifaz corresponden a como este hombre ve la vida; teñida de un solo color y esconde su verdadera esencia tras ese color”. Me aproximé a él, y con seguridad le dije: Ya no temas... no te temas, ve a lavarte la cara y atrévete a mírame a los ojos. Calló. Mi ángel respondió: “Todo a su debido tiempo... Para mirar, primero hay que aprender a ver. Debe voltear su mirada a su interior, luego, podrá observar con claridad lo que pasa en su exterior”. 

...Mensajes de mi Ángel para tu alma... (Sueño de una noche de verano).