Translate

miércoles, 12 de febrero de 2014

Querido Camarada...

Hermanos de luchas, compañeros de mil batallas… 
Hemos estado desde siempre, desde antes del antes… 
desde antes de nosotros mismos… 

Cuando nuestras luces se apagaron, 
Cuando el aire se espesó, 
Y nuestros abismos nos devoraron, aún ahí, estuvimos juntos. 
Nos sumergimos en las cárceles del miedo, 
Conocimos el lado oscuro de la luna y la existencia… y siempre juntos. 
No sabríamos del sol si no existiera la luna… así como del día, si no existiera la noche. 

Algo sucedió en tu alma, que aún libre, te sentías prisionero… 

Cuando tu esencia sea más fuerte que el miedo, el dolor, el olvido y la memoria, ya no podrás sentirte prisionero… Aún cuando en tu memoria, se agolpen todos los miedos y todos olvidos en un solo instante! 

Has decidido quedarte. 
Decidí seguir mi vuelo, y abandonar la cárcel de los miedos. 

Llegará el día en que tu luz venza a tus tinieblas, 
Llegará el día en que conquistarás tus miedos, y vencerás tu muerte. 
Llegará el día en que volveremos al campo de batalla, unidos, contra las sombras del mundo. 
Hasta entonces; “cuando todos los astros se apaguen en el cielo, cuando todos los pájaros paralicen el vuelo cansados de esperarte, ese día lejano yo te estaré esperando todavía”.

domingo, 9 de febrero de 2014

Vuelvo... Siempre vuelvo...



Cada cierto tiempo vuelvo al lugar de origen, para no extraviar el camino...
Dejo miguitas de pan, como ese cuento que nos leían desde niñas
y es que afuera, entre sombras y espejos retorcidos es fácil perder el rumbo, extraviar los pasos, perderse en una esquina, y no encontrar el camino jamás.
Porque entre el cielo y la tierra, me quedo contigo alma de mi alma, alas de mis vuelos, cielo de mi infierno
Vuelvo mi vista hacia el pasado, y solo contemplo la vida en el reloj de arena del tiempo de los hombres...
En este laberinto eterno, mitológico, material e irreal al que llaman tierra...
con caminos de hermosas rosas y enormes espinas, de cielos azules y oscuras nubes que amenazan con tormentas.
Es fácil errar el paso entre tantos matices disfrazados de destino...
Por eso, prefiero emular a las águilas, que vuelan más alto que la tormenta y no confían en la rama que les sujeta, si no más bien en sus propias alas.
Sé como ellas, vencerás el miedo y conquistarás tus tiempos.